Entonces, ¿por qué no considerar que nuestra tecnología más importante es nuestro propio cuerpo? Cada vez que descubrimos nuevas formas de mejorar nuestra salud física, mental o emocional, como seguir una dieta o hacer ejercicio, buscamos aplicarlas. Cuando lo hacemos y vemos que estas prácticas transforman nuestra vida para mejor, sentimos un profundo sentido de gratitud y deseamos compartir estas soluciones con el mundo.

Aunque a veces lo olvidemos, la mayoría de nosotros estamos constantemente innovando en nuestras vidas. Al encontrar nuevas maneras de cuidar nuestra salud y bienestar, incluso las más simples, podemos mejorar significativamente nuestra calidad de vida. Esto, en su esencia, es tecnología aplicada a nuestra herramienta más importante: nuestro cuerpo.

Muchas veces pasamos nuestra vida deseando tener más dinero, salud, amigos, y más de todo. Pero, ¿qué estamos dando al mundo? ¿Qué estamos siendo para los demás para recibir lo mismo a cambio? ¿Alguna vez lo habías considerado? Esta reflexión que escuché en el evento me impactó profundamente. La idea es simple: si quieres algo, primero debes serlo. Si buscas amor, sé amoroso. Si deseas abundancia en tu vida, primero sé abundante. Si quieres mas amigos, se un buen amigo.

Lo mismo aplica en el ámbito de la ciberseguridad. Los líderes hoy en día desean que sus organizaciones estén seguras y esperan que sus equipos de tecnología y/o seguridad hagán todo el trabajo, pero ¿se han preguntado primero si ellos mismos están protegiendo su información personal? ¿Cómo cuidan su información y la de su familia? Y si eres padre o madre, ¿has considerado tus propios hábitos y cómo proteges tu privacidad antes de preocuparte por los hábitos digitales de tus hijos? Es momento de liderar con el ejemplo.

En resumen, la ciencia está demostrando cada vez más el impacto que nuestra mente tiene en nuestro éxito, riqueza y salud. "Trabajar duro" es importante, pero solo contribuye al 20% de nuestro éxito. El otro 80% está en el dominio de nuestra mente y nuestro espíritu. Al comprender y aplicar este principio de "ser para tener", no solo mejoramos nuestra propia situación, sino que también inspiramos a otros a seguir nuestro ejemplo. La reflexión y la acción consciente son el primer paso hacia un cambio positivo y duradero. ¿Qué estás siendo tú para tener lo que deseas?