En mi caso, recordé algo que solía decir en la universidad: "no sé qué, pero quiero crear algo, quiero crear empresa y hacer un producto que impacte en la vida de las personas". Por muchos años, no tenía ni idea que hacer, así que simplemente me dedique a aprender, migré, hice una maestría, aprendí a trabajar en R&D, migré de nuevo, aprendí a crear empresa fuera de mi país y mi zona de confort, aprendí a vender, aprendí a ser madre y a teletrabajar.
Y todo lo anterior no son actividades chuleadas y terminadas. Hoy reconozco que son procesos que me han enseñado que el aprendizaje es continuo y que hacerse maestro requiere persistencia y evolución constante.
En el 2020, muy frustrada después de presentar por cuarta vez un examen sobre seguridad en el trabajo sobre manejar un camión sincrónico (automático), mi esposo me dijo: "imagina a las personas que tienen que tomar cursos de ciberseguridad y no saben nada de tecnología".
Esa noche, mi perspectiva cambió por completo. Sentí empatía por todas las personas que no trabajan directamente con tecnología o que tienen dificultades para entenderla.
Desde ese día, me di cuenta que en Latinoamérica solo las empresas transnacionales o las que operan en el sector bancario y financiero capacitan y sensibilizan a sus colaboradores sobre la seguridad de la información de sus empresas, y solo por que deben cumplir regulaciones. Pero eso es un porcentaje de la población muy bajo, por lo que la mayoría de los latinos todavía creen que en internet todo es seguro.
Me hice consciente que en cada reunión familiar me tomaba muy enserio el explicar a mi familia cómo evitar los peligros en línea y como reconocer las cadenas de noticias falsas en WhatsApp o los links maliciosos que prometen premios increíbles. Y es que la ignorancia no se perdona en tecnología, un solo click puede resultar en la pérdida de los ahorros de tu vida.
Sin embargo, prohibir o no usar internet a nuestro favor sería un gran error. La tecnología es una herramienta poderosa que puede mejorar nuestra vida, pero al igual que conducir un carro, requiere conocimientos y precaución. Si no usas el cinturón de seguridad, si hablas por teléfono mientras conduces, si no sigues las señales de tráfico, aumentan las posibilidades de un accidente. ¿Significa esto que los carros son malos? No, simplemente son herramientas y depende de cómo las uses, pueden mejorar o empeorar tu vida. Lo mismo ocurre con internet, redes sociales y las aplicaciones.
Mi propósito como Evangelista de Seguridad de la Información es hacer que todas las personas, independientemente de su nivel de conocimiento técnico, comprendan la importancia de estar seguros en línea. Quiero ayudarlos a encender sus alarmas, y que aprendan herramientas y hábitos que les permitan estar más seguros.
¿Quieres aprender a mejorar tu seguridad digital? Ya sea para tu trabajo o tu vida personal.
No necesitas conocimientos técnicos, solo tus ganas de cambiar tus hábitos digitales.
MÁS ARTÍCULOS
Deja tu email
Tu ya sabes cual, ¿o no lo sabes?
Más Información
Cómo te ayudo
Ponerse en contacto
Creado con systeme.io | Política de privacidad | Términos y condiciones